José Vargas.
Nanchital, Veracruz — En el sur de Veracruz, una mona aulladora hembra llamada “Molly” se ha convertido en símbolo de la creciente preocupación por el trato a la fauna silvestre en manos humanas. Molly, de aproximadamente tres años de edad, fue rescatada recientemente por el Departamento de Ecología del municipio de Nanchital, tras permanecer en condiciones de cautiverio que afectaron gravemente su salud.
La situación de Molly no es aislada. Su historia refleja la problemática persistente del tráfico y tenencia ilegal de especies protegidas en la región. La mona fue localizada el pasado 29 de abril en un domicilio particular, con signos evidentes de malnutrición y sin acceso a una dieta adecuada para su especie. De inmediato, el caso fue turnado a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que coordinó su traslado con el médico veterinario Jaime Takami, especialista en fauna silvestre.
Durante la revisión médica, Takami identificó serias deficiencias en el estado de salud del animal. “Presenta deficiencia de vitaminas, parásitos intestinales y una alarmante falta de bacterias benéficas en su sistema digestivo”, explicó el especialista. Estas afecciones, dijo, son comunes en ejemplares que han sido privados de su dieta natural.
Los monos aulladores, también conocidos como Alouatta palliata, dependen de una dieta rica y variada en hojas —alrededor de 150 tipos distintos al año— que no sólo les proporciona nutrientes, sino que permite el desarrollo y mantenimiento de su microbiota intestinal. Sin esta diversidad, el sistema digestivo del animal se desestabiliza, generando un entorno donde las bacterias patógenas proliferan, lo que puede llevar a enfermedades severas, como la enteritis bacteriana, potencialmente letal.
“El cautiverio cambia su flora intestinal. Sin la variedad de hojas necesaria, las bacterias beneficiosas son sustituidas por patógenas. Es una sentencia de muerte a largo plazo para estos animales”, advirtió Takami.
A pesar de que Molly logró sobrevivir al cautiverio, su recuperación total dependerá de su pronta reintegración al hábitat natural. El veterinario hizo un llamado firme a que el ejemplar no sea trasladado fuera de la región, como ha ocurrido en otros casos documentados por organizaciones ambientales en el sur del estado. Según el experto, la mona debe ser liberada específicamente en el ejido Lázaro Cárdenas, sitio donde se presume fue sustraída originalmente y donde aún existen tropas de su misma especie.
“El lugar donde fue encontrada cuenta con las condiciones ecológicas necesarias: vegetación, alimento, clima y, sobre todo, la presencia de otros monos. Liberarla en otro estado es exponerla a un entorno hostil, desconocido y probablemente mortal”, enfatizó.
Molly representa uno de los más de 100 casos anuales de fauna silvestre rescatada en Veracruz. La mayoría de estos ejemplares, tras vivir en condiciones precarias como mascotas, sufren consecuencias físicas y psicológicas difíciles de revertir. En el caso de los primates, además del impacto en la salud, se pierde la capacidad de socializar correctamente con su especie, una necesidad biológica crucial para su bienestar.
La recomendación médica de Takami no sólo apunta al bienestar de Molly, sino también al equilibrio ecológico de la zona. Reinsertar un ejemplar en su hábitat original permite conservar la dinámica natural de la especie y evita el colapso de poblaciones locales que ya enfrentan amenazas por la pérdida de hábitat y el cambio climático.
Hasta el momento, Profepa no ha emitido un posicionamiento oficial sobre el destino final de Molly. Sin embargo, organizaciones ambientalistas y especialistas como Takami coinciden en que su caso debe ser tratado como prioritario y con una perspectiva ética, que privilegie la reintegración en condiciones seguras, no sólo para la mona, sino para el ecosistema que la vio nacer.
En tanto, Molly continúa bajo observación médica, con un plan de recuperación alimenticia y monitoreo constante. Su historia, aunque marcada por el sufrimiento, puede convertirse en un ejemplo de rehabilitación exitosa —si las decisiones correctas se toman a tiempo.


