La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, advirtió que los aranceles que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pretende imponer a productos canadienses podrían desencadenar la mayor guerra comercial entre ambos países en décadas.
Durante su visita a Washington, Joly se reunió con líderes republicanos, como Lindsey Graham y Jim Risch, así como con algunos de los nominados de Trump para su próxima administración, con el objetivo de explicar las posibles repercusiones de estos aranceles. La ministra señaló que muchos de ellos desconocían el impacto negativo que estas medidas tendrían sobre los consumidores estadounidenses.
Joly enfatizó que Canadá está preparada para responder de manera contundente si Estados Unidos implementa los aranceles propuestos. Según informes, el gobierno canadiense ha elaborado una lista de posibles represalias que podrían afectar hasta 150 mil millones de dólares canadienses en importaciones estadounidenses, incluyendo productos como jugo de naranja, inodoros y acero.
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, subrayó la disposición de su país para defender sus intereses económicos y destacó un plan de 1.300 millones de dólares canadienses destinado a fortalecer la seguridad fronteriza, en respuesta a las afirmaciones de Trump sobre migración ilegal y el contrabando de fentanilo.
Estas tensiones comerciales surgen en un contexto de estrechas relaciones económicas entre Canadá y Estados Unidos, donde Canadá es el principal destino de exportación para 36 estados estadounidenses y suministra una parte significativa del petróleo consumido en Estados Unidos.