La deuda pública de México creció de manera acelerada durante los primeros cuatro meses de 2025, al alcanzar un total de 17.5 billones de pesos, lo que representa un incremento del 14% frente al mismo periodo del año pasado, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público(SHCP).
Este aumento refleja una mayor presión fiscal en un contexto económico complicado, marcado por el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y los compromisos financieros heredados por la nueva administración de Claudia Sheinbaum.
De acuerdo con el informe de finanzas públicas con corte a abril, esta cifra incluye no solo el endeudamiento del gobierno federal, sino también el de las empresas productivas del Estado, como Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Se trata, por tanto, de la expresión más amplia de la deuda pública.
Aumenta más la deuda externa
El informe detalla que la deuda externa fue la que más creció, con un salto del 23% anual, al pasar de 3.6 a 4.5 billones de pesos. Este comportamiento sugiere una mayor dependencia del financiamiento internacional, lo cual puede representar un riesgo si aumentan las tasas de interés globales o se deteriora la percepción de riesgo país.
Por su parte, la deuda interna también repuntó, al pasar de 11.7 a 13 billones de pesos, lo que implica un incremento del 11% en el último año.
Este crecimiento ocurre a pesar de que el Banco de México ha comenzado un proceso gradual de reducción de tasas de interés, en un intento por estimular la actividad económica sin desanclar las expectativas de inflación.
Nuevo gobierno, viejas presiones
En este contexto, el gobierno de Claudia Sheinbaum ha planteado al Congreso un techo de endeudamiento por un billón de pesos para 2025, como una forma de poner límites al gasto y dar señales de responsabilidad fiscal. Sin embargo, los datos actuales muestran que el ritmo de endeudamiento sigue siendo alto.
Recaudación: señales positivas
No todo son malas noticias. El mismo informe de Hacienda destaca que la recaudación tributaria creció 10.1% en términos reales, superando en 84 mil millones de pesos lo previsto en el programa fiscal.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA)tuvo un aumento de 13.9% real, el mayor registrado desde 2020, mientras que la recaudación del Impuesto sobre la Renta (ISR) creció un 9.5% real anual. Este desempeño sugiere una recuperación moderada de la actividad económica y un mayor cumplimiento fiscal.
¿Qué viene?
Expertos advierten que, si bien la mejora en los ingresos ayuda a aliviar parte de la presión, el ritmo de endeudamiento actual podría poner en riesgo la estabilidad fiscal si no se acompaña de una estrategia clara de contención del gasto y eficiencia en el uso de recursos públicos.
Además, el entorno internacional —con posibles tensiones comerciales y financieras derivadas de la política exterior de Estados Unidos— podría dificultar el acceso a financiamiento barato y elevar los riesgos para la economía mexicana.