De acuerdo con un estudio de la Organización no Gubernamental Save the Children, el 40% de los niños en México enfrenta una alimentación insuficiente debido a falta de recursos financieros en sus familias. La falta de una dieta adecuada pone en riesgo tanto el crecimiento físico como el neurológico de los más pequeños.
Este fenómeno se relaciona directamente con el auge de la pobreza, el incremento del costo de los alimentos y el debilitado poder adquisitivo de muchos hogares, aumentando así el riesgo de desnutrición infantil y de padecer otras enfermedades crónicas en el futuro.