El teflón, conocido científicamente como politetrafluoroetileno (PTFE), es un material antiadherente común en utensilios de cocina. Su seguridad ha sido cuestionada, especialmente en relación con su exposición a altas temperaturas y ciertos químicos utilizados en su producción.
Anteriormente, en la fabricación del teflón se empleaba ácido perfluorooctanoico (PFOA), un compuesto asociado con problemas de salud como cáncer y alteraciones hormonales. Sin embargo, desde 2015, los principales fabricantes han eliminado el uso de PFOA en la producción de utensilios de cocina, conforme a regulaciones internacionales.
El PTFE es químicamente inerte y seguro a temperaturas normales de cocción, entre 180 y 230 °C. No obstante, si una sartén de teflón se sobrecalienta por encima de 260 °C, puede descomponerse y liberar gases tóxicos. Aunque estas emisiones no son letales para los humanos en niveles comunes, han mostrado efectos perjudiciales en aves domésticas y pueden provocar síntomas similares a la gripe en personas, conocidos como “fiebre por vapores de polímero”. Por ello, es fundamental evitar precalentar sartenes vacías o cocinarlas a fuego alto sin supervisión.
Además, si la superficie antiadherente se daña, las partículas de PTFE pueden mezclarse con los alimentos. Aunque el PTFE no se metaboliza ni se absorbe en el organismo, su degradación podría exponer el núcleo metálico del utensilio, como aluminio, lo que podría implicar riesgos de migración de metales a los alimentos. Para evitar esto, se recomienda utilizar utensilios de silicona o madera y desechar los sartenes visiblemente deteriorados.
En resumen, el uso de sartenes de teflón es seguro siempre que se utilicen adecuadamente, evitando sobrecalentamientos y daños en la superficie. Además, las regulaciones actuales han eliminado el uso de PFOA en su fabricación, reduciendo aún más los posibles riesgos para la salud.
