Un estudio internacional liderado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) ha revelado que mantener la curiosidad activa puede ser fundamental para envejecer de manera saludable. Publicado en la revista PLOS One, la investigación destaca que las personas mayores que conservan el interés por aprender cosas nuevas están mejor preparadas para enfrentar los desafíos cognitivos del envejecimiento y podrían reducir el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
El estudio señala que la curiosidad actúa como un “combustible” para la capacidad cognitiva, ayudando a preservar la salud del cerebro en la vejez. Contrario a investigaciones anteriores que sugerían una disminución de la curiosidad con la edad, los resultados actuales indican que mantener una actitud inquisitiva puede ser beneficioso para la salud mental y cognitiva.
Además, los investigadores encontraron que la “curiosidad estatal” —el interés momentáneo por temas específicos— tiende a aumentar después de la mediana edad, lo que podría compensar la disminución de la “curiosidad rasgo”, un aspecto más estable de la personalidad. Este hallazgo sugiere que, aunque la disposición general a buscar nueva información pueda disminuir, el deseo de aprender sobre temas particulares puede intensificarse con la edad.
Para fomentar la curiosidad y, por ende, un envejecimiento saludable, los expertos recomiendan actividades como aprender un nuevo idioma, tocar un instrumento musical o participar en juegos de estrategia. Estas actividades no solo estimulan la mente, sino que también pueden contribuir a mantener una vida social activa y una actitud positiva, factores clave para una mejor salud cognitiva en la vejez.