México ha logrado la recuperación de más de 16 mil bienes culturales en los últimos años, gracias a los esfuerzos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la colaboración internacional. De este total, 14 mil 162 piezas fueron recuperadas durante el gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador, y 2 mil 82 en los primeros ocho meses de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum.
Estas piezas provienen principalmente de Estados Unidos, España e Italia, y abarcan una amplia gama de objetos con un valor histórico significativo. El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, destacó que la recuperación de estos bienes culturales ha sido posible gracias a la voluntad política y al acompañamiento institucional, elementos que han sido más intensos en la actual administración.
En comparación, durante el gobierno de Felipe Calderón se recuperaron 5 mil 479 piezas, y en el de Enrique Peña Nieto, apenas 361. Prieto Hernández subrayó que la tendencia más intensa en la recuperación de bienes culturales se ha presentado en la administración de Claudia Sheinbaum.
Además de las recuperaciones realizadas por el INAH, se han llevado a cabo esfuerzos diplomáticos y legales para frenar la venta ilícita de patrimonio artístico y cultural de México. Por ejemplo, el canciller Marcelo Ebrard destacó el trabajo del Gobierno federal para impedir la venta de patrimonio artístico y cultural de México, logrando recuperar más de 5 mil piezas a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y su embajada en Francia.
La colaboración internacional ha sido clave en estos esfuerzos. La Embajada de Estados Unidos en México ha trabajado estrechamente con el INAH, apoyando la repatriación de piezas culturales y financiando proyectos de conservación. Desde 2002, Estados Unidos ha invertido casi dos millones de dólares en proyectos de conservación en México, como la restauración del Palacio de Escárzaga y el sitio maya de Palenque.
Estos esfuerzos conjuntos han permitido que México recupere una parte significativa de su patrimonio cultural, aunque aún queda trabajo por hacer para frenar el tráfico ilícito de bienes culturales y asegurar su protección a largo plazo.