Millones de niñas y adolescentes en América Latina y el Caribe, especialmente aquellas que viven en contextos rurales, indígenas y de emergencia, enfrentan su menstruación sin condiciones adecuadas de higiene, información ni privacidad, según denuncia la ONG Plan International. Estas barreras afectan su salud, bienestar y acceso a la educación.
Un estudio de 2024 realizado por Plan International en la zona de Alta Verapaz, Guatemala, reveló que casi un tercio de las niñas entre 10 y 14 años se ausentaba de clases durante su periodo menstrual. Sin embargo, esta cifra disminuyó notablemente después de que las niñas participaron en talleres educativos y recibieron kits de higiene menstrual.
La pobreza menstrual, entendida como la falta de acceso a productos de higiene adecuados, instalaciones sanitarias seguras y educación sobre la menstruación, es una realidad persistente en la región. Factores como la pobreza, la desinformación y el control social sobre los cuerpos de las niñas contribuyen a esta problemática.
Organizaciones como Plan International hacen un llamado a los gobiernos y a la sociedad en general para implementar políticas públicas que garanticen el acceso a productos de higiene menstrual, educación adecuada y condiciones sanitarias dignas. La gestión menstrual debe ser reconocida como un derecho fundamental para todas las niñas y adolescentes.
