Coatzacoalcos
Ilse Sulvaran
Cansados del abandono y la falta de respuesta por parte del gobierno municipal, habitantes de la congregación de Mundo Nuevo unieron esfuerzos y durante dos días realizaron labores de limpieza sobre la carretera conocida como Loma Encerrada, la cual se había convertido en un basurero clandestino.
Esta vía, que conecta a la comunidad con la carretera cuatro carriles Nanchital–Mundo Nuevo y es paso obligado del transporte público, llevaba años sin recibir mantenimiento.
Ante la nula atención del Ayuntamiento de Coatzacoalcos y el desinterés de la agencia municipal dirigida por Karina Kobos, los pobladores decidieron actuar por su cuenta, retirando muebles, tasas de baño, bolsas con desechos, pellejos de pollo y carne, así como animales carroñeros que merodeaban la zona.
Los vecinos señalaron que seguirán vigilando el área para evitar que vuelva a llenarse de basura y exigieron a las autoridades mayor responsabilidad y acciones permanentes para mantener limpio este importante tramo carretero.